México pasaba por una etapa de cambio y liberación; los artistas al ser humanistas se consideran siempre los entes más sensibles y rebeldes de cierta forma que hay en una sociedad y más en una reprimida. Eso viene siendo de siempre, en todos los países mundo y en diversas épocas, claro está. El muralismo tuvo más auge en México porque era verdaderamente puro y natural.



Los artistas tenían la capacidad de mostrar pictoricamente la cruda y verídica realidad que asechaba al país en esos tiempos. Era una forma de expresar lo que pensaban y de mandar un mensaje muy, muy claro a la sociedad. Es impresionante como desenvolvían tantos temas en un solo plano; se hizo tan famoso al rededor del mundo ya que todos tenía un sentido patriótico implícito; todos estos artistas estaban orgullosos de ser mexicanos, de pertenecer a sus costumbres y por lo tanto llevarlas a cabo. Era su forma de luchar contra un sistema rígido e injusto. Lograron que el mundo notase la situación interna de una forma bastante pura y lógicamente todos notaron (y lo seguiremos haciendo a través de generaciones) su gran talento artístico por medio de la pintura.



Estas personas simplemente pintaron perfectamente la historia de México.